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Morning Phase


Hoy toca lo nuevo de Beck. Cantante, liricista, multi-instrumentalista, precioso y ondulado pelo rubio... el yerno que querríais para vuestras madres. Pero ya está cogido, lástima chicas. Felizmente casado y con hijos -quién pudiera, ¿eh?- este Morning Phase suena completamente distinto a aquél Sea Change, álbum para fin de relaciones por excelencia, pero salvando paralelismos y puntos en común. El tono, la simpleza y la belleza de los dos álbumes, donde en uno toma el color de la melancolía y el otro una luz brillante y cálida, apacible. Morning Phase es un disco de fácil escucha y digestión desde el principio hasta el final.

Aunque tanta belleza, tanta luz, trae sombras consigo. El tándem Cycle y Morning que abre el disco puede ser devastador emocionalmente si toca la fibra que no toca. Un despertar glorioso o una noche atragantada. Al igual que Waves, un tema precioso con una atmósfera muy densa y fuerte (Iiiisolaaaatioon...) pero con un mensaje de alguna manera positivo:

If I surrender,
And I don't fight this wave
I won't go under
I'll only get carried away

Y, antes de seguir medianamente serio, un dato curioso que probablemente no importe a nadie. No puedo quitarme la idea de la cabeza de que la voz de Beck tiene un registro extremadamente parecido al de David Coverdale en este disco. De hecho, a veces -ya habré escuchado éste unas cuantas veces...- a veces me sorprendo pensando que es His Coverdaleness, entre finos y melosos arreglos orquestrales, en Waking Light, por ejemplo, sencillas guitarras folkie (Turn Away) y algún toquecito -el delicado slide y la armonica de Country Down- de americana. A grandes rasgos, las canciones, el disco, no se alejan mucho de esto. 

Como he dicho, este disco es muy sencillo de escuchar y fácil de digerir. Si tuviese que pasar un rato agradable al sol, sin que me abrase, mecido por una tenue brisa y disfrutando de un zumo de melocotón, Morning Phase estaría ahí conmigo.