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Walls

Se preguntarán en qué he andado metido. Strikes and gutters, ups and downs. Ya saben cómo va la vida; aveces te comes al Oso y otras...

He estado haciendo algunas cosas guays. Muchos conciertos, actividades, el ocasional contacto social con personas de carne y hueso... sin pasarse, por eso. Se reirán, pero para mi es algo importante. Algunas de estas cosas merecen unas líneas por si solas, como el fantástico concierto que se marcaron los Grassland Sinners (un grupo de aquí Barcelona) rindiendo tributo a The Southern Harmony and Musical Companion, una gloria de disco; pero hoy quiero hablar de nuestro rubio favorito.

No hablo de Rod Stewart puesto de decolorante para mocasines. Como se imaginarán, es del rubio de Florida de quien quiero hablar, el añorado Tom Petty. La semana pasada tuve el privilegio de ir a un concierto precioso en la Sala Apolo, en el que un grupo de personas se reunieron con el único propósito de celebrar la música y las canciones de un músico que dejó tanto en nuestros corazones como se llevó al irse. La cita era simple. El grupo de Barcelona Masclans se encargaría de poner la música -con un mimo y un cariño que emocionaban- y con ellos en el escenario irían subiendo uno detrás de otro algunos músicos de la escena local a rendir tributo a las canciones de Petty con sus voces y sus instrumentos.

Si soy sincero, me lo pasé como un crío en Navidades. El hecho de poder oír y sentir ciertas canciones en directo con tanto respeto en el ambiente, tal buen rollo, que hubo algunos momentos en los que no pude evitar emocionarme. Un repaso a algunos de los temas más conocidos de los Heartbreakers, los discos en solitario de Tom e incluso de las cesiones compositoras al gran Roy Orbison. Me cantaron Wildflowers, que es una de las canciones más bonitas de mi vida y me subieron a una nube. El concierto cerró con una Handle With Care de los Wilburys preciosa y emotiva, en una colaboración de todos los artistas invitados que recordaba a aquél cósmico With a Little Help From My Friends de Joe Cocker.

La excusa que me hace escribir estas líneas es, curiosamente, un tema que no conocía. Si no recuerdo mal, fue el tema que el guitarrista del grupo presentó como su favorito, de entre todos los que había escrito Tom Petty al lo largo de su vida. Y yo soy lo suficientemente sensiblero como para emocionarme con estos gestos. Firmada y publicada por los Heartbreakers como parte de la banda sonora de She's the One, una especie de comedia romántica de mediados de los noventa que no sé porque no he visto aún; porque además de la banda sonora de Tom y los Heartbreakers, está Cameron Diaz en ella y todos sabemos que Cameron Diaz en los noventa era ¡chissssspeante!

Walls es una canción preciosa. Se grabaron dos versiones para la banda sonora de la película; una versión entre lo teatral y lo orquestal, casi onírica, y otra más acelerada, eléctrica y powerpopera. Mi favorita es la segunda, pero ambas son geniales y tienen un estribillo que es capaz de arrancar el arcoiris de una tormenta. Puede parecer una tontería, pero en pocos días esta canción se ha hecho con un sitio en mi corazón.

Y, como todo lo bueno en la vida es mejor si se comparte, no puedo hacer más que dejar cuatro palabras y una canción. Feliz viernes.

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