Páginas

Albert's Shuffle

Mike Bloomfield es uno de mis guitarristas favoritos. Al Kooper también era un fan de nuestro hombre de Chicago. Los dos habían colaborado juntos en la grabación de Highway 61 Revisited, de San Bob Dylan, pero Kooper, quien, entre otros, ha trabajado con los Stones, Hendrix o los putos Skynyrd, tenía un problema con nuestro bluesman de tez pálida del norte del Mississippi.

Ese problema era nada menos que lo comedido de las grabaciones de Bloomfield en el estudio, en comparación con los incendios eléctricos que podía provocar en un escenario. La preocupación de Al Kooper era si sería capaz de llevar esta fuerza a una grabación de estudio. En cierto momento de 1968, este pensamiento se juntaría a la atención que le prestó a las grabaciones más comunes del Jazz, esas en las que uno o dos músicos lideran unas grabaciones de uno o dos días y sacaban mayormente estándares e improvisaciones; ¿No podía hacerse eso con músicos de rock?

O de blues, claro. Es así como nació Super Session, una maravilla cósmica que sirve como documento de aquéllos dos días que duró la grabación. Mike Bloomfield, sin embargo, sólo apareció en el estudio en el primero de esos días, por lo que es Stephen Stills quien aparece a las guitarras en la segunda cara del disco. Mike Bloomfield, quien por aquél entonces sufría de insomnio, simplemente no se presentó, pero eso no impidió que él y Kooper hicieran varios conciertos juntos, documentados en el disco The Live Adventures of Mike Bloomfield and Al Kooper.


Creo que lo primero que escuché de Bloomfield fue con Electric Flag, casi de casualidad. Seguramente fuera Wine y me encandiló desde el minuto uno. Corre un vídeo por internet del festival de Pop de Monterrey del 67 en el que Bloomfield simplemente parece enajenado. No sería el más rápido, ni el más técnico, pero cada vez que oigo a ese hombre tocar la guitarra veo chispas.

Albert's Shuffle es una buena muestra de ello. El tema que abre Super Session, una jam entre Kooper y Bloomfield en la que cada uno tiene su espacio para lucirse, primero Mike a la guitarra y luego Al con los teclados. El resto del disco trae montones de destellos más del genio de estas dos figuras y de Stephen Stills, pero este primer tema es suficiente para caer en las redes de un guitarrista que, desgraciadamente, murió sin ver su enorme talento reconocido por el gran respetable, y aún hoy sigue tapado por los dinosaurios de la época.


Para los más curiosos el álbum entero: http://www.deezer.com/album/77558

No hay comentarios:

Publicar un comentario