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Nadie sale vivo: de Thunder y breve reflexión sobre el rock duro.

¡Thunder han sacado disco y eso nos la pone dura! 

Voy a ser sincero: Thunder no es uno de mis grupos de cabecera. La mayoría de sus discos ni los he escuchado, no soy un die hard fan ni nada parecido, y del único disco que puedo recordar cosas es de su debut, Backstreet Symphony. Pero, joder, este disco me es más que suficiente para respetarlos, amarlos, y echar alguna que otra babilla de gozo.

Veréis, Backstreet Symphony tiene el -no sé si dudoso u honorable- honor de ser uno de los discos que me vendrán a la cabeza cuando alguien me pregunte, si ese día llega, cuáles son los discos que debería tener un grupo de referencia para grabar un cedé de hard rock. Los otros son el Appetite, Powerage, Generation Terrorists de los Manics, el debut de Beautiful Creatures, Electric y quizá añadiría Sonic Temple, Highway to Hell y Slide It In si me dan coba y me vengo arriba. 

Ver lo nuevo de Thunder y recordar su -para mí- perfecto debut, me hacen pensar muy fuerte que tengo varios sentimientos encontrados con esto del hard rock. Y por los discos que menciono, ver que hablo del hard rock de los ochenta y posterior. Vamos, que esstos "sentimientos encontrados" se refieren concretamente al hard rock de los ochenta (así como posteriores "revivals" y dinosaurios que, como Thunder, aún están vivos y siguen coleando).

Es curioso, porque este género me parece muy agradable a los sentidos, muy "appealing" si me permitís, pero reconozco que se tiene que tragar mucha paja para encontrar algo de grano. Y todo ello se debe en gran parte a la saturación del estilo en la época, gracias a la popularidad que tuvo. Joder, Bon Jovi eran unos mojabragas de cuidado. Y Kip Winger fue tratado más o menos como Justin Bieber allá en su época. Vamos, que cuando Van Halen, y Kiss, y Bon Jovi y sus madres pegaron muy fuerte en las braguetas de los jóvenes de la época salieron de las setas, como era de esperar, decenas de clones que, aunque agradables en la ejecución de la teoría, eran mediocres y parecía que les faltaba el alma, o "la chichilla" que los demás tuvieron.

Lo mejor de todo es que, aún y encontrándome con bandas con el mismo sonido, que hablan de los mismos temas, con estructuras similares en sus discos, líneas de bajo compartidas y que incluso comparten marca de laca y fijador para el pelo, las seguiré escuchando y me seguirán gustando. Es como el fan de Motörhead, o el de AC/DC, que se encuentran una vez por semana en la misma situación: "¿no he escuchado yo ésta canción en otro disco?".

No quiero ser cínico, es muy cierto que hay muchos diamantes descubiertos y por descubrir y que esto pasa con muchos otros géneros pero, al final, por mucho que te gusten las piedras y tengas una cantera, me reconocerás que te acuerdas más del mármol que has encontrado que de esas bonitas y arenosas piedras.

En fin, si no teníais un motivo para celebrar el día de hoy: Thunder sacaron un disco nuevo hace tan poco que aún lo puedes notar caliente. Y si no tienes ganas, o no te apetece escucharlo, al menos aprecia alguna pieza de arte que os haga feliz.

¿Yo? Ya me he puesto frente al espejo sin camiseta.

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