Páginas

Lo que tengas que decir

Izzy Stradlin se me presenta como un tipo curioso. Pese a pasar siempre desapercibido (por decisión propia, o por ser el que menos portadas de la revista People ha protagonizado), pese a ir y venir de algún garaje de Indiana y hacer que nos preguntemos, eventualmente, where's Izzy?, Izzy siempre ha tenido una magnetismo especial y ha sido considerado, aún hoy, como el cerebro del que es uno de los grupos más grandes de la música moderna. Obviamente, esto es perfectamente rebatible, ya que cada uno de los miembros (estoy hablando de la formación original de Guns n' Roses) aportó su grano de arena a un sonido al que pocos se han llegado a acercar, y menos aún han amenazado con destronar. Pero Izzy, siempre ha provocado más simpatizantes que detractores, y no sé por qué.

El caso, es que uno comparte esta simpatía y esta atracción por el de Lafayette sin poder evitarlo. Quizá sea esa imagen despreocupada y "gypsy" que tanto mola, o su amor por los Rolling Stones, por Keef y por Ronnie Wood, o el hecho de que sus discos sean un batido perfecto entre rock and roll con denominación de origen de los Stones, la sensibilidad de Tom Petty y el punk rock de los Damned, qué se yo.

Y, esta semana, On Down the Road me ha tenido absorto. Esta perla de 2002 tiene un no sé qué que qué sé yo que me tiene encandilado. Me resulta complicado rechazar alguno de los discos de Izzy en solitario, pero On Down the Road destaca entre ellos. Sin embargo, la canción que traigo hoy pertenece a 117 Degrees, primer disco de Stradlin como artista en solitario, después de la separación de los Ju Ju Hounds (disco de los cuales, por cierto, escribí unas palabras aquí mismo). La canción es Gotta Say y para mi es una canción especial por varios motivos. A parte del obvio, que es una canción fantástica y muy disfrutable, es una de las pocas que llegué a chapurrear con la guitarra y, hoy mismo, he estado sacándomela con el ukelele.

Gotta Say es una de las canciones bonitas del disco. Aquí, Rick Richards, como siempre, pero aquí más, está pletórico. Es fantástico lo increíblemente bien que le complementa a Izzy el as de los Georgia Satellites. Y es tan sencilla y recuerda tanto a las delicias perdidas del Exile que es irresistible para el oído.

El disco: Izzy Stradlin - 117 Degrees

No hay comentarios:

Publicar un comentario